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Dossier de Prensa

La libertad no se paga con dinero

Rosa Fernández, © Diario Sur (25/05/04)

Los ejecutivos desmienten el tópico sobre su materialismo. Según un estudio, el 48% de los directivos que 'cambian de chaqueta' se basan en la motivación, y sólo el 15% busca un sueldo superior. Los 'cazatalentos' confiesan cómo seducen a los altos cargos.

Entre la espada y la pared. Así se sintió Manuel Pérez cuando el pasado miércoles le hicieron la oferta de lo que él cree que es el trabajo de su vida. Cuando firmó el contrato de seis meses con su empresa no pensó que estaría la mitad. Le ofrecen el doble de sueldo, la mitad de horas y cerca de su casa. No es como para desdeñarlo. Al explicar los motivos por los que tenía que marcharse de prisa y corriendo, su jefe le echó en cara que les dejaba 'tirados' y que si pensaba hacer eso desde el principio, lo mejor que podía haber hecho era ser sincero. Pese a que Manuel estuvo una hora intentando convencerle de que nunca había imaginado este final, de poco sirvió. Sabe que detrás de él se ha cerrado una puerta.

El resto es un capítulo aparte en su nueva vida laboral y en la de su sustituto, que fue el que tuvo que aprender en dos días lo necesario para ocupar su puesto. La empresa no perdió. Manuel tampoco. «Nadie es imprescindible», señala Pedro García, de la empresa de cazatalentos Standby, «pero es cierto que hay personal clave en las compañías y lo primero que había que definir para ellos es un plan de posible sustitución», prosigue.

El proceso de seducción

De todos modos, cuando una empresa ve merodeando un posible cazatalentos se echa a temblar. Estas consultoras se dedican a intermediar entre el candidato — que lo es sin saberlo — y la compañía que quiere ficharlo. Sus procesos de selección tienen que ser llevados con la mayor discreción. «Los encuentros los solemos llevamos a cabo desde nuestras instalaciones y con la mayor confidencialidad posible», explica García.

El proceso de selección difiere del habitual, puesto que se suele recurrir a la agenda para buscar al candidato ideal. Una vez que aparecen varios nombres — incluso sugeridos por la propia firma cliente —, comienza el proceso de seducción. «Supone un esfuerzo intentar convencer a un trabajador de estas características, por el miedo que suele existir por el cambio». Una de las primeras preguntas suele partir de la curiosidad por saber quién ha facilitado su nombre.

Pero también existen casos en los que es el propio interesado el que se coloca en el mercado. «Nos llaman periódicamente algunos directivos para preguntarnos si ha salido algún puesto de su perfil», comenta Sofia Arbeloa, socia de Quorum Selección. «Pero hay que tener cuidado porque puede que la intención de ese individuo sea sondear su valor en el mercado y conseguir una contraoferta», advierte.

La clave es la motivación

Sin embargo, el salario no es la causa determinante del cambio de empresa. El 48% de los 4.000 encuestados por Hays Personnel en un reciente estudio valoró por encima del dinero la motivación, mientras que a un 34% dejó una compañía por otra por estabilidad. Tan sólo un 15% colocó en primer lugar el aspecto económico. Aunque dicho porcentaje subió respecto al año anterior, hecho que puede deberse a que 2003 fue un año duro en términos de aumento de salarios, según reza el informe.

En una posición similar a los aspectos financieras, los empleados valoran la situación actual de su compañía, en el sentido de la gestión directa por parte de sus jefes, su relación con los compañeros o superiores o si existen desacuerdos con la estrategia de la empresa. Los directivos más 'materialistas' son los financieros y, los que menos, los de ingeniería y telecomunicaciones.

Una tendencia bastante clara en Málaga es la captación de directivos de fuera de la provincia, sobre todo en sectores tan demandados como el de construcción. Entre los argumentos que utilizan los cazatalentos suelen estar el aumento de la calidad de vida y el clima del que disfruta la Costa del Sol, razones poderosas que terminan convenciendo a los seleccionados.