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Dossier de Prensa

Si en Málaga no hubiera inmigrantes...

Ignacio Lillo, © Diario Sur (17/10/05)

Viene porque hay trabajo. Ayudan a construir las casas, ponen los cafés y las cañas en las cafeterías, cargan cajas en los mercados, reponen los almacenes de las grandes superficies, no temen a las cámaras frigoríficas y se enrolan en las escasas pesquerías de la provincia.

En términos generales, uno de cada diez contratos que se realiza en la provincia es para un trabajador extranjero. Pero, ¿qué pasaría en Málaga si no hubiera inmigrantes? Expertos y afectados analizan cómo afectaría esta ausencia en las vidas de los malagueños.

Las promociones se eternizan

Peones, albañiles, enfoscadotes, ensoladores... El sector de la construcción es la segunda plataforma de colocación de trabajadores inmigrantes en la provincia, sólo por detrás de la hostelería. El 12,5% de los contratos realizados en lo que va de año ha sido para un profesional no español, hasta un total de 13.542. El grueso lo ocupan los de origen marroquí, seguidos por ecuatorianos, argentinos y colombianos. En el proceso de regularización extraordinaria, el 19% de los expedientes fue a parar a la obra, con unas 3.800 altas en la seguridad social.

"La construcción, como el resto de sectores, no puede prescindir de los trabajadores inmigrantes". El autor de estas palabras es José Prado Seseña, presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga. "Si no hubiera extranjeros no se cumplirían los plazos de entrega. Los trabajos se eternizarían y habría que pedir mano de obra otras provincias. Pero además sería necesaria una redistribución de todo el sector, porque la inmigración también tiene presencia en otras actividades asociadas, como la fabricación de materiales. No podemos bajo ningún concepto prescindir de ellos".

Aunque el grueso de la mano de obra tiene como destino el tajo, también los profesionales de bata blanca están de auge. Así lo explica Juan J. López Delgado, socio director de la agencia Quorum Selección, que recuerda que numerosas empresas malagueñas ya incorporan ingenieros y técnicos de Europa del Este, especialmente de Rumania y Ucrania. "Son profesionales muy cualificados, con un nivel de formación muy alto, polivalentes y con un magnífico rendimiento profesional".